RELIGIONES COMPARADAS
"Pleitesía a ti,
¡Oh Señor de las deidades estrelladas
y de los seres celestiales!,
tú Dios Unti, que eres más glorioso
que los dioses que se ocultan en Annú.
Pleitesía a tí,
¡Oh tú que descansas sobre
la Justicia y la Verdad!,
tú que eres el señor de Abtu,
y tus miembros se juntan en Tarsetet,
tú que aquel para quien el fraude
y el dolor son odiosos.
Pleitesía a tí.
¡Oh creador de los dioses!,
Rey del Norte y del Sur, del Este y el Oeste;
Oh Osiris, victorioso,
gobernante del mundo
en tus graciosas estaciones,
tú eres el señor del mundo.
Oh, concédeme un sendero
por el que pueda pasar en paz,
pues soy justo y fiel;
no pronunciaré mentiras a sabiendas ,
ni nada hice en engaño."
(Letanía del "Libro de los Muertos")
Considerando las palabras egipcias en su significado simple, es muy seguro que
cuando los egipcios declaraban que su dios era Único y no tenía segundo , tenían
las mismas ideas que los judíos y los islamitas cuando proclamaban que su dios
era "Único y Singular".
Se ha afirmado que los egipcios nunca avanzaron hacia el monoteísmo puro porque
nunca lograron librarse de la creencia en la existencia de otros dioses, pero
cuando dicen que un dios "no tiene segundo", aunque mencionan a otros
"dioses" , es por demás evidente que como los judíos concebían un
ser enteramente diferente de las existencias, a falta de una palabra mejor, o
porque éstos poseían atributos sobrehumanos, denominaban "dioses"
Los dioses que enumeraron representan las fuerzas que eran las guías y
protectoras, dadoras de vida y felicidad a los hombres y a los difuntos en la
nueva vida, pero desde los primeros tiempos era evidente que los egipcios
imaginaban la existencia de otras fuerzas que se oponían a las primeras y que
en muchos lugares se llamaban sus "enemigas".
Como muchos de los dioses antiguos, estas fuerzas eran originalmente algunas
fuerzas de la naturaleza, que se creía eran contrarias a las que se
consideraban beneficiosas para el hombre. Por ejemplo, las tinieblas respecto de
la luz, y la noche respecto del día. Con las tinieblas y la noche se asociaban
también las fuerzas que de cualquier modo contribuían a oscurecer la luz del
sol o a impedir que brillara.
Cuando los egipcios personificaban a las fuerzas benéficas de la naturaleza, es
decir , a sus dioses, habitualmente les daban formas humanas y las concebían
según sus propias imágenes; pero cuando personificaban a las fuerzas
contrarias , les daban figuras de animales y reptiles perniciosos como las víboras
y los escorpiones.
Con el transcurso del tiempo las ideas morales del bien y de la justicia se
atribuyeron a las primeras, y la maldad y perversidad a las últimas. Las
primeras personificaciones de la luz y las tinieblas fueron
Horus y Set en el Combate ( el prototipo de las
subsiguientes leyendas de Marduk y Tiamar, Bel y el dragón, San Jorge y el dragón
y muchas otras). El primero fue siempre el vencedor.
Pero, aunque al difunto se lo identificaba con Horus o Ra, la victoria que el
dios lograba sobre Set sólo beneficiaba al cuerpo espiritual que moraba en el
cielo y no preservaba al cuerpo natural que yacía en la tumba.
El principal enemigo del cuerpo natural era el gusano. Desde tipos remotísimos
parece que los egipcios escogieron a un enorme gusano o serpiente como el tipo
de fuerzas que eran hostiles al difunto, y también del difunto contra el cual
el dios Sol luchaba.
COMPARACIONES
En el siglo XVI Alfonso de Valdés dijo en una oportunidad: "Hemos
repartido entre nuestros santos los oficios que tenían los dioses de los
gentiles. En lugar del dios Marte, ha sucedido Santiago; San Elmo en lugar de
Neptuno, San Martín en lugar de Baco, la Magdalena en lugar de Venus. El cargo
de Esculapio lo hemos repartido entre muchos: San Cosme y San Damián tienen a
su cargo las enfermedades comunes, San Roque y San Sebastián la
pestilencia..."
Cuando la iglesia introdujo el culto a los santos, se abrió una compuerta a una
corriente politeísta muy particular. A los fieles cristianos cuando se les
interroga por el Creador, responden que sólo hay uno: Dios
(Jehová). Pero cuando se les pregunta a quién le rezan para conseguir
trabajo, o para sanar de una enfermedad, o para algo tan frívolo como conseguir
una pareja, responden respectivamente: San Onofre o San
Judas Tadeo o San Antonio.
La iglesia ha esgrimido siempre la frase: "sólo a Dios se adora y a los
Santos se veneran". Se supone que hay una diferencia entre estas dos
palabras. Tal vez se puede intuir que la segunda es una adoración en menor
intensidad. Pero el problema está en que el pueblo
religioso en general, no se para en reflexiones teológicas. Simplemente sigue
las tradiciones de sus antepasados.
Aunque se sostenga la idea de que hay un solo Dios, este
no forma parte de las oraciones de la gente. Si alguien se siente mal, no le va
a prender una vela a Dios, se la enciende a un santo determinado. En todo caso
se la prende a una imagen de Jesucristo, pero no a su padre, el Creador.
Otro hecho importante a destacar en las tradiciones cristianas, es la veneración
de la virgen María. Existen numerosas imágenes de María, madre de Jesús,
veneradas por distintos pueblos alrededor del mundo. Tenemos así, que siendo el
mismo personaje, en un país se venera con la piel negra, en otra región tiene
rasgos orientales, en otra tiene indumentarias locales, etc.
Hasta tiene nombres distintos. En un lado es la
virgen del Carmen, en otro es la Macarena, en otro es la virgen de Betania, etc.
Es curioso que los fieles sostengan que es la misma virgen, pero veneren sólo a
una determinada. La respuesta es siempre más o menos la misma: "tal o cual
es la que me hace milagros". Luego, sí se hace una distinción entre todas
las vírgenes. Esto mismo ocurre con el largo catálogo de santos (unos 20.000
hasta la fecha).
Ludy Mellt Sekher©
Fragmento de "RELIGIONES COMPARADAS"
I.S.B.N.
1.345.890-M I
©Ludy Mellt Sekher
©Editorial
LMS
ENSEÑANZA COMPLETA
EN:
HERMANDAD ÁGUILA DORADA
INSTITUTO
I.M.I.S.P.A
|