Memorias de otras vidas
“El
gran médico hipnoterapeuta Erickson Milton decía que "el estado
alterado de conciencia es la madre de todas las terapias". El método por
excelencia para producir ese estado es indudablemente la hipnosis, un estado
"especial modificado o alterado de conciencia" en el que, mediante
determinadas técnicas se inhibe la corteza cerebral permitiéndonos acceder a
las capas más profundas del inconsciente. Así pues, la hipnosis regresiva se
emparenta con la psicología transpersonal, como una forma de estudio para la
investigación de sus teorías”.
Horacio Ruiz
Existe gran diferencia entre un psicólogo,
un psiquiatra, un psicoanalista y un hipnoterapeuta en su forma de acercarse
al subconsciente. El psicoanalista, por ejemplo, escucha pasivamente y brinda
interpretaciones coherentes con lo que conoce del sujeto. El hipnoterapeuta,
por el contrario, se muestra activo, y ayuda a reelaborar las historias,
recuerdos e imágenes que van surgiendo del inconsciente durante los momentos
del trance hipnótico. Trabaja con otra dimensión mental a la que la psicología
oficial difícilmente accede por su propia metodología.
Cuando el profesional de la hipnosis terapéutica
practica regresiones no duda de la realidad del trance hipnótico y de la
experiencia psicológica vivida por el paciente. No entra en juicios de valor
sobre la naturaleza real de esa experiencia (otras vidas, imágenes arquetípicas
recordadas, fantasías, etcétera). Sólo le preocupa sanar a esa persona (la
cual tendrá sus creencias, y su explicación del fenómeno) e investigar
desde el punto de vista parapsicológico.
Intentare matizar bien los distintos
aspectos de la terapia, ya que existen niveles o fases del proceso de regresión
que pueden ser mal interpretados.
El hipnoanálisis o regresión de la
personalidad se asemeja un poco al psicoanálisis tradicional. No podía ser
de otro modo: guste o no guste a los actuales analistas freudianos, el sistema
creado por el gran maestro vienés es "hijo directo del antiguo
hipnotismo". Así lo reconoce el mismo Freud cuando escribe: "Nunca
se ponderará bastante la importancia del hipnotismo para la historia de la génesis
del psicoanálisis. Tanto en el sentido teórico como terapéutico, el psicoanálisis
administra una herencia que el hipnotismo le transmitió".
A veces, se investiga la biografía personal
del sujeto y no se logra dar con la génesis u origen del conflicto (fobia,
trauma, etcétera) de la vida actual.
Así llegamos a otro segundo aspecto de la
llamada regresión: el proceso fetal o intrauterino. La experiencia demuestra
que esos meses en que nuestro cuerpo y nuestra conciencia se han desarrollado
y evolucionado en el vientre materno son fundamentales para el posterior
desarrollo de nuestra personalidad y todo nuestro equilibrio físico y mental.
En ocasiones, el sujeto vive este proceso de
forma traumática con gran angustia y dolor. Es consciente (durante la regresión
fetal) de que no fue un hijo deseado, por ejemplo, debido a cuestiones económicas,
de salud u otras. Ese sentimiento de no haber sido deseado parece que le
acompaña -inconscientemente- toda su vida condicionando muchos aspectos de su
afectividad, ilusiones y actitudes ante la vida y, sobre todo, en su relación
con las demás personas.
Sea como fuere, una vez que el sujeto revive
en trance hipnótico la complejidad de su gestación y posterior nacimiento
logra verse libre de todos estos aspectos emocionales condicionantes. La
duración del tratamiento depende de varios factores pero, en general, este
sistema soluciona conflictos donde otros sistemas han fracasado.
La terapia de reencarnación
Aquí, se impone liberarse de prejuicios que
limiten la investigación. Podemos y debemos dar "un salto" en el
espacio psicológico y adentrarnos en el delicado tema de las posibles vidas
pasadas, intentando, como premisa básica, buscar allí la causa del elemento
psíquico perturbador que tan esquivo se muestra hasta el presente. A veces
los resultados son extraordinarios. De repente, lo que se mostraba oculto se
revela con una fuerza y transparencia inusitadas. El sujeto se ve a sí mismo
en un época anterior (a veces varios siglos antes) con una personalidad
distinta a la suya actual, edad e incluso sexo distintos. Imágenes, recuerdos
y otros muchos elementos de la experiencia que él manifiesta pertenecientes a
una antigua reencarnación. En nuestra línea de psicoterapia todo esto nos
sirve como experiencia que va a ayudar a resolver el conflicto. No nos
cuestionamos si es o no una vida pasada.
Por eso la utilizamos en muchos casos. Sirve
y eso es lo único que debe importarnos como hipnoterapeutas que pretendemos
dar solución a los problemas de nuestros pacientes.
Tenemos, por lo tanto, fundadas razones para
creer que lo que están contando las personas que estamos dirigiendo en
hipnosis, son o pueden ser, algo más que simples fantasías emanadas de sus
mentes a modo de mecanismos de compensación. También es cierto que, desde un
enfoque serio y científico (psicológicamente hablando), la gran mayoría de
estos relatos o experiencias, pueden explicarse -y de hecho lo son- bajo otros
prismas o puntos de vista. Todos ellos son, a veces, válidos, y no
descartamos ninguno como hipótesis de trabajo.
Pero de una cosa sí estamos seguros: la
terapia de reencarnación es una herramienta eficaz y poderosa para resolver
traumas y fobias. Se trata de una experiencia psicológicamente real y
positiva para la evolución personal del individuo ya que muchas veces aporta
un sentido de trascendencia espiritual que cambia su vida.
Una caso en mi consulta
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